miércoles, 23 de enero de 2013


Foto: Рыбакова Елена

Navegando por ahí, me he topado con un genial artículo del blog argentino La pelota no dobla, que pretende hacer un pequeño repaso a la carrera de Marcelo Bielsa, y que comienza así:

Aquí algunas historias del hombre que fichó a Pochettino (de 13 años) a las 3 de la madrugada, clavó maderas a medianoche para que los operarios no pisaran el césped y supo instalar un reproductor de vídeo en la furgoneta.

Así que dedicaré el post de hoy al actual entrenador del Athletic, basándome en estas anécdotas y algunas más surgidas de mi propia cosecha.


Línea de tres o línea de cuatro

Una vez mientras entrenaba con la selección, Bielsa llamó a los jugadores y les hizo elegir si querían jugar con línea de tres o de cuatro defensores. Los jugadores no dudaron y todos eligieron línea de cuatro. El loco, al rato, hizo la recolección de votos y escribió en una pizarra lo que salía: "Línea de cuatro, línea de cuatro, línea de cuatro...". Y cuando terminó de contar, dijo: "Bueno, esto demuestra cuál es el módulo preferido de ustedes. Les quiero anunciar, entonces, que vamos a jugar con línea de tres. Ciao". Y se fue.


Un bonito coche

En una de las primeras charlas técnicas de Marcelo Bielsa como entrenador de Vélez, el Loco comentó: "Muchachos, ¿saben qué es lo que más me impresionó de este club?". Todos lo miraban, serios. "Su auto, Husaín, está bárbaro".


Trofeo inmerecido

En el año 2000, Simeone fue campeón de la liga italiana con la Lazio, un equipo que especulaba demasiado con el resultado.

En uno de los entrenamientos posteriores a aquel título, ya con la selección argentina, Bielsa llamó al Cholo y le dijo:

"¿Usted se da cuenta, Diego? Ya está, ya pasó todo. Aparte de los hinchas nadie se va a acordar de ese campeonato: ustedes no jugaban a nada".


Bielsa y la derrota


Corría el año 1996, y el argentino se encontró en un avión a su compatriota Jorge Valdano. Durante el vuelo charlaron, cómo no, de fútbol. En un momento de la conversación, Bielsa se puso serio, y, tras mirar fijamente a los ojos de su interlocutor, preguntó:

-Jorge, después de perder un partido, ¿nunca pensaste en matarte?

Valdano, suponiendo que era una broma, sonrió. Pero no lo era.

Anécdotas de Marcelo Bielsa


Foto: Рыбакова Елена

Navegando por ahí, me he topado con un genial artículo del blog argentino La pelota no dobla, que pretende hacer un pequeño repaso a la carrera de Marcelo Bielsa, y que comienza así:

Aquí algunas historias del hombre que fichó a Pochettino (de 13 años) a las 3 de la madrugada, clavó maderas a medianoche para que los operarios no pisaran el césped y supo instalar un reproductor de vídeo en la furgoneta.

Así que dedicaré el post de hoy al actual entrenador del Athletic, basándome en estas anécdotas y algunas más surgidas de mi propia cosecha.


Línea de tres o línea de cuatro

Una vez mientras entrenaba con la selección, Bielsa llamó a los jugadores y les hizo elegir si querían jugar con línea de tres o de cuatro defensores. Los jugadores no dudaron y todos eligieron línea de cuatro. El loco, al rato, hizo la recolección de votos y escribió en una pizarra lo que salía: "Línea de cuatro, línea de cuatro, línea de cuatro...". Y cuando terminó de contar, dijo: "Bueno, esto demuestra cuál es el módulo preferido de ustedes. Les quiero anunciar, entonces, que vamos a jugar con línea de tres. Ciao". Y se fue.


Un bonito coche

En una de las primeras charlas técnicas de Marcelo Bielsa como entrenador de Vélez, el Loco comentó: "Muchachos, ¿saben qué es lo que más me impresionó de este club?". Todos lo miraban, serios. "Su auto, Husaín, está bárbaro".


Trofeo inmerecido

En el año 2000, Simeone fue campeón de la liga italiana con la Lazio, un equipo que especulaba demasiado con el resultado.

En uno de los entrenamientos posteriores a aquel título, ya con la selección argentina, Bielsa llamó al Cholo y le dijo:

"¿Usted se da cuenta, Diego? Ya está, ya pasó todo. Aparte de los hinchas nadie se va a acordar de ese campeonato: ustedes no jugaban a nada".


Bielsa y la derrota


Corría el año 1996, y el argentino se encontró en un avión a su compatriota Jorge Valdano. Durante el vuelo charlaron, cómo no, de fútbol. En un momento de la conversación, Bielsa se puso serio, y, tras mirar fijamente a los ojos de su interlocutor, preguntó:

-Jorge, después de perder un partido, ¿nunca pensaste en matarte?

Valdano, suponiendo que era una broma, sonrió. Pero no lo era.

miércoles, 16 de enero de 2013


Es argentino, aunque juegue para la selección de San Marino. Este centrocampista, actual jugador de La Fiorita, ha sido internacional cinco veces, marcando un gol. Como la mayoría de sus compañeros, no se dedica exclusivamente al fútbol. Hasta media tarde, trabaja en una enorme maderera. Se trata de Danilo Rinaldi (1986) que, tras disputar un partido contra Inglaterra el pasado octubre, se convirtió en noticia al otro lado del Atlántico. Gracias al Twitter, he tenido el privilegio de poder hacerle unas cuantas preguntas.



-¿Cómo llegaste a San Marino?

Llegué a San Marino en el 2008. Me vine a vivir con mi primo: él me convenció de venir y probar suerte acá.

-¿Qué es lo que más echas en falta de tu país?

Lo que más extraño son mis amigos, mi novia... Compartir un asado con mis amigos, estar en casa con la familia... Se extraña un poquito todo.

-¿Y lo que menos?

Si bien extraño mucho a mi familia es una de las cosas que menos me faltan, por el hecho de que vivo con mi hermano y hablamos seguido a Argentina.

-¿Cómo es un día en la vida de un jugador sanmarinense? Háblanos un poco del fútbol de San Marino

Un día normal es levantarme temprano para ir a trabajar hasta las cinco de la tarde y después volver a casa y tomar unos mates tranquilo hasta la hora de ir a entrenar. Acá es muy tranquilo, como mi pueblo de Argentina. Después de entrenar, a casa a descansar para el otro día y mirar un poco de fútbol.

-¿Qué se siente al pisar el césped de Wembley?

Pisar Wembley fue una de las mejores cosas que me pasó en la vida. Hasta el día de hoy me vienen recuerdos de ese partido, fue algo increíble. Es muy difícil explicar con palabras lo que se siente al entrar al estadio, que esté todo lleno y jugar contra esas estrellas. Inolvidable.

Foto: Twitter

-Aquel partido acabó 5-0. ¿Cómo estabais tú y tu equipo tras los noventa minutos?

El equipo bien, pero cansadísimos todos por el esfuerzo que se hace cada vez que uno entra a la cancha. Fue una experiencia hermosa.

-¿Quien es para ti el mejor jugador del mundo? ¿Y el mejor entrenador?

Está claro que Messi es el mejor del momento, pero me gusta mucho Cristiano Ronaldo. El que más me gusta y me gustó siempre es Ronaldinho. Me encanta verlo jugar, ¡es tremendo! El mejor técnico, y el que más me gusta, es Mourinho.

-Si te ofrecieran jugar con la albiceleste, ¿aceptarías?

Je... Aceptaría sin dudarlo, si bien en estos momentos ya es difícil de alcanzar por el hecho de que ya he participado con la selección mayor de San Marino. Pero me hubiera encantado vestir esa camiseta...

Entrevistas: Danilo Rinaldi


Es argentino, aunque juegue para la selección de San Marino. Este centrocampista, actual jugador de La Fiorita, ha sido internacional cinco veces, marcando un gol. Como la mayoría de sus compañeros, no se dedica exclusivamente al fútbol. Hasta media tarde, trabaja en una enorme maderera. Se trata de Danilo Rinaldi (1986) que, tras disputar un partido contra Inglaterra el pasado octubre, se convirtió en noticia al otro lado del Atlántico. Gracias al Twitter, he tenido el privilegio de poder hacerle unas cuantas preguntas.



-¿Cómo llegaste a San Marino?

Llegué a San Marino en el 2008. Me vine a vivir con mi primo: él me convenció de venir y probar suerte acá.

-¿Qué es lo que más echas en falta de tu país?

Lo que más extraño son mis amigos, mi novia... Compartir un asado con mis amigos, estar en casa con la familia... Se extraña un poquito todo.

-¿Y lo que menos?

Si bien extraño mucho a mi familia es una de las cosas que menos me faltan, por el hecho de que vivo con mi hermano y hablamos seguido a Argentina.

-¿Cómo es un día en la vida de un jugador sanmarinense? Háblanos un poco del fútbol de San Marino

Un día normal es levantarme temprano para ir a trabajar hasta las cinco de la tarde y después volver a casa y tomar unos mates tranquilo hasta la hora de ir a entrenar. Acá es muy tranquilo, como mi pueblo de Argentina. Después de entrenar, a casa a descansar para el otro día y mirar un poco de fútbol.

-¿Qué se siente al pisar el césped de Wembley?

Pisar Wembley fue una de las mejores cosas que me pasó en la vida. Hasta el día de hoy me vienen recuerdos de ese partido, fue algo increíble. Es muy difícil explicar con palabras lo que se siente al entrar al estadio, que esté todo lleno y jugar contra esas estrellas. Inolvidable.

Foto: Twitter

-Aquel partido acabó 5-0. ¿Cómo estabais tú y tu equipo tras los noventa minutos?

El equipo bien, pero cansadísimos todos por el esfuerzo que se hace cada vez que uno entra a la cancha. Fue una experiencia hermosa.

-¿Quien es para ti el mejor jugador del mundo? ¿Y el mejor entrenador?

Está claro que Messi es el mejor del momento, pero me gusta mucho Cristiano Ronaldo. El que más me gusta y me gustó siempre es Ronaldinho. Me encanta verlo jugar, ¡es tremendo! El mejor técnico, y el que más me gusta, es Mourinho.

-Si te ofrecieran jugar con la albiceleste, ¿aceptarías?

Je... Aceptaría sin dudarlo, si bien en estos momentos ya es difícil de alcanzar por el hecho de que ya he participado con la selección mayor de San Marino. Pero me hubiera encantado vestir esa camiseta...

domingo, 13 de enero de 2013


Foto: goatling

El empate a cero frente a Osasuna ha evidenciado una falta de pegada, forma y actitud inusitadas en el Real Madrid. Hoy, el FC Barcelona puede llegar a alejarse a dieciocho puntos y, como era de esperar, la prensa internacional se ha hecho eco de la noticia.

-"Presión sobre Mourinho". Al Jazeera destaca la falta de calidad cuando no está Cristiano Ronaldo en el campo.

-¡Qué malos sois! Sport critica duramente a José Mourinho tras este empate. "Sin Cristiano, el Madrid da pena y toca fondo sin chutar a puerta ante el colista", añade. Marca se pregunta '¿Qué fue del Madrid?' mientras As recuerda que 'Sin Cristiano no hay paraíso'.

-"El peor juego de la época". El diario portugués A Bola no se corta en calificar así el fútbol practicado por el equipo de Mourinho en el Reyno de Navarra. "Faltó la explosividad de Cristiano Ronaldo", asegura.

-"Bloqueados sin Ronaldo". "El Real no penetra sin el portugués en un decepcionante empate sin goles", afirma La Gazzetta Dello Sport.

-"Increíble pero Real". El argentino Olé se centra en Di María e Higuaín, que contaron con minutos pero no tuvieron nada de acierto.

-"Perdidos sin la inspiración de Cristano", afirma el británico The Guardian. "Las esperanzas de conservar la Liga han bajado aún más", añade, en una crónica donde atiza a Kaká por su expulsión. Más contundente es el Daily Mail, que asegura que las esperanzas por el título se fueron por los suelos por la expulsión del brasileño.

Fuente: 20minutos.es

El Real Madrid por el mundo


Foto: goatling

El empate a cero frente a Osasuna ha evidenciado una falta de pegada, forma y actitud inusitadas en el Real Madrid. Hoy, el FC Barcelona puede llegar a alejarse a dieciocho puntos y, como era de esperar, la prensa internacional se ha hecho eco de la noticia.

-"Presión sobre Mourinho". Al Jazeera destaca la falta de calidad cuando no está Cristiano Ronaldo en el campo.

-¡Qué malos sois! Sport critica duramente a José Mourinho tras este empate. "Sin Cristiano, el Madrid da pena y toca fondo sin chutar a puerta ante el colista", añade. Marca se pregunta '¿Qué fue del Madrid?' mientras As recuerda que 'Sin Cristiano no hay paraíso'.

-"El peor juego de la época". El diario portugués A Bola no se corta en calificar así el fútbol practicado por el equipo de Mourinho en el Reyno de Navarra. "Faltó la explosividad de Cristiano Ronaldo", asegura.

-"Bloqueados sin Ronaldo". "El Real no penetra sin el portugués en un decepcionante empate sin goles", afirma La Gazzetta Dello Sport.

-"Increíble pero Real". El argentino Olé se centra en Di María e Higuaín, que contaron con minutos pero no tuvieron nada de acierto.

-"Perdidos sin la inspiración de Cristano", afirma el británico The Guardian. "Las esperanzas de conservar la Liga han bajado aún más", añade, en una crónica donde atiza a Kaká por su expulsión. Más contundente es el Daily Mail, que asegura que las esperanzas por el título se fueron por los suelos por la expulsión del brasileño.

Fuente: 20minutos.es

jueves, 10 de enero de 2013



Imaginen esta escena.

Estamos en febrero de 1978, en los cuartos de final de la Copa del Rey. El Alavés ha conseguido la sorpresa al vencer en la ida. Pero ahora toca el Camp Nou.

En el Barcelona juega Johan Cruyff, el astro holandés del que ya hablé hace unos días. En el Alavés, un joven llamado Jorge Valdano juega uno de sus primeros partidos, observando con novata admiración a la estrella.

En su equipo, Cruyff es el jefe. En cada falta, tiene la mala costumbre de coger el balón y colocárselo debajo del brazo. Luego, las jugadas continúan cuando él decide.

Un rato después, el holandés volador se acerca al área y, en uno de sus habituales cambios de ritmo, Valdano le derriba; es penalti. El Barça marca el primer gol, un empate que se convertirá en la remontada, y Cruyff sigue interrumpiendo el partido más frecuentemente de lo habitual. Un jugador cae y éste, tras cortar la jugada, corre a hablar con el linier sin hacer caso del árbitro. Y el rival se harta.

-Mirá -le dice, con su acento argentino-, ¿por qué no te llevás a casa esa pelota y nos das otra a nosotros para que podamos seguir jugando?

Johan le pone la mano sobre el hombro.

-¿Cómo te llamas?

-Jorge Valdano.

-¿Y cuántos años tienes?

-Veinte.

-¿Y tú no sabes que a Johan Cruyff, con veinte años, se le trata de usted?


"A Johan Cruyff se le trata de usted"



Imaginen esta escena.

Estamos en febrero de 1978, en los cuartos de final de la Copa del Rey. El Alavés ha conseguido la sorpresa al vencer en la ida. Pero ahora toca el Camp Nou.

En el Barcelona juega Johan Cruyff, el astro holandés del que ya hablé hace unos días. En el Alavés, un joven llamado Jorge Valdano juega uno de sus primeros partidos, observando con novata admiración a la estrella.

En su equipo, Cruyff es el jefe. En cada falta, tiene la mala costumbre de coger el balón y colocárselo debajo del brazo. Luego, las jugadas continúan cuando él decide.

Un rato después, el holandés volador se acerca al área y, en uno de sus habituales cambios de ritmo, Valdano le derriba; es penalti. El Barça marca el primer gol, un empate que se convertirá en la remontada, y Cruyff sigue interrumpiendo el partido más frecuentemente de lo habitual. Un jugador cae y éste, tras cortar la jugada, corre a hablar con el linier sin hacer caso del árbitro. Y el rival se harta.

-Mirá -le dice, con su acento argentino-, ¿por qué no te llevás a casa esa pelota y nos das otra a nosotros para que podamos seguir jugando?

Johan le pone la mano sobre el hombro.

-¿Cómo te llamas?

-Jorge Valdano.

-¿Y cuántos años tienes?

-Veinte.

-¿Y tú no sabes que a Johan Cruyff, con veinte años, se le trata de usted?


martes, 8 de enero de 2013


Foto: Fréderic

En la sala reinaba la calma. Lionel Messi acababa de llevarse la cuarta pelota dorada a casa. Ya sólo quedaba el molesto trámite de responder a los periodistas en rueda de prensa. Y las preguntas incómodas no se hicieron esperar.

Ronaldo a la izquierda, Messi a la derecha e Iniesta en el centro, aunque en esta cuestión no tuviera nada que ver. Llegaba el momento de explicar por qué diablos los dos mejores jugadores del mundo no se habían votado mutuamente.

"Sería estúpido no considerarle uno de los mejores", dijo el argentino. Pero votó a Xavi, Iniesta y Agüero porque eran "los que debía votar".

El Balón de Plata eludió -o, al menos, intentó eludir- los problemas. "Me mandaron a casa y no pude votar". Se había dado un golpe en la ceja y fue reemplazado por Bruno Alves, que le dio los cinco puntos. Su rival rió: ambos sabián que lo había hecho para no votarse a sí mismo.

Desde su creación, en 1956, el Balón de Oro ha experimentado un lento viraje de la injusticia a la justicia. Hasta 1995, sólo existían los europeos, que eran los que podían ganar el premio. En 2010, el cambio fue aún mayor. No sólo se fusionaban el trofeo de la FIFA y el Ballon d'Or, sino que ademas comenzaban a votar seleccionadores y capitanes de selección.

Joseph Blatter mostrando el acuerdo de fusión / Marcello Casal Jr. ABr


¿Criterios? de votación

Y, como era de esperar, los criterios de votación desaparecieron cuando los votantes comenzaron a repartir puntos entre sus amigos. Según el portal de noticias Goal.com, ni Samuel Eto'o ni Zlatan Ibrahimovic, que habían tenido problemas personales con Josep Guardiola durante su paso por el Barça, le concedieron ni un sólo punto. José Antonio Camacho, el seleccionador nacional chino, dio su voto a tres jugadores españoles: Iniesta, Xavi Hernández e Íker Casillas.

Yendo para casa, encontramos que la votación del capitán español, Íker Casillas, fue la siguiente: Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo y Xavi (por este orden). Luego se hizo una foto amistosa con el sevillano y la colgó en Twitter. Según informaciones de la Cadena Cope, Cristiano se enfadó con él el año pasado por haberle asignado un punto a Messi, su principal competidor. Este año no lo volvió a hacer.

Vicente del Bosque, como ya había anunciado el pasado 4 de diciembre en rueda de prensa, propuso como candidatos a Casillas y Xavi como "capitanes y representantes de España", y, "en segundo lugar", Andrés Iniesta con un punto.

Pero no nos creamos que el resto del mundo fue más imparcial. Alejandro Sabella, el técnico de Argentina, barrió para casa y le dio los cinco puntos a Messi y los tres al 'Kun' Agüero, concediendo el tercer puesto a Radamel Falcao. El alemán Joachim Löw -más de lo mismo- optó por Özil, Neuer y Xavi Hernández. Así, como podemos observar, el Balón de Oro es hoy en día un trofeo más democrático, pero también mas injusto. ¿No sería mejor que volviéramos al viejo estilo, haciendo que vuelvan los neutrales especialistas que participaban antes en la votación? Si necesitan más ejemplos, descárguense aquí el documento de la FIFA con todas las votaciones y juzguen por ustedes mismos la organización del trofeo. Que el ganador del Balón de Oro sea el mejor jugador del mundo -que lo es- es otra cosa.

Los secretos del Balón de Oro


Foto: Fréderic

En la sala reinaba la calma. Lionel Messi acababa de llevarse la cuarta pelota dorada a casa. Ya sólo quedaba el molesto trámite de responder a los periodistas en rueda de prensa. Y las preguntas incómodas no se hicieron esperar.

Ronaldo a la izquierda, Messi a la derecha e Iniesta en el centro, aunque en esta cuestión no tuviera nada que ver. Llegaba el momento de explicar por qué diablos los dos mejores jugadores del mundo no se habían votado mutuamente.

"Sería estúpido no considerarle uno de los mejores", dijo el argentino. Pero votó a Xavi, Iniesta y Agüero porque eran "los que debía votar".

El Balón de Plata eludió -o, al menos, intentó eludir- los problemas. "Me mandaron a casa y no pude votar". Se había dado un golpe en la ceja y fue reemplazado por Bruno Alves, que le dio los cinco puntos. Su rival rió: ambos sabián que lo había hecho para no votarse a sí mismo.

Desde su creación, en 1956, el Balón de Oro ha experimentado un lento viraje de la injusticia a la justicia. Hasta 1995, sólo existían los europeos, que eran los que podían ganar el premio. En 2010, el cambio fue aún mayor. No sólo se fusionaban el trofeo de la FIFA y el Ballon d'Or, sino que ademas comenzaban a votar seleccionadores y capitanes de selección.

Joseph Blatter mostrando el acuerdo de fusión / Marcello Casal Jr. ABr


¿Criterios? de votación

Y, como era de esperar, los criterios de votación desaparecieron cuando los votantes comenzaron a repartir puntos entre sus amigos. Según el portal de noticias Goal.com, ni Samuel Eto'o ni Zlatan Ibrahimovic, que habían tenido problemas personales con Josep Guardiola durante su paso por el Barça, le concedieron ni un sólo punto. José Antonio Camacho, el seleccionador nacional chino, dio su voto a tres jugadores españoles: Iniesta, Xavi Hernández e Íker Casillas.

Yendo para casa, encontramos que la votación del capitán español, Íker Casillas, fue la siguiente: Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo y Xavi (por este orden). Luego se hizo una foto amistosa con el sevillano y la colgó en Twitter. Según informaciones de la Cadena Cope, Cristiano se enfadó con él el año pasado por haberle asignado un punto a Messi, su principal competidor. Este año no lo volvió a hacer.

Vicente del Bosque, como ya había anunciado el pasado 4 de diciembre en rueda de prensa, propuso como candidatos a Casillas y Xavi como "capitanes y representantes de España", y, "en segundo lugar", Andrés Iniesta con un punto.

Pero no nos creamos que el resto del mundo fue más imparcial. Alejandro Sabella, el técnico de Argentina, barrió para casa y le dio los cinco puntos a Messi y los tres al 'Kun' Agüero, concediendo el tercer puesto a Radamel Falcao. El alemán Joachim Löw -más de lo mismo- optó por Özil, Neuer y Xavi Hernández. Así, como podemos observar, el Balón de Oro es hoy en día un trofeo más democrático, pero también mas injusto. ¿No sería mejor que volviéramos al viejo estilo, haciendo que vuelvan los neutrales especialistas que participaban antes en la votación? Si necesitan más ejemplos, descárguense aquí el documento de la FIFA con todas las votaciones y juzguen por ustedes mismos la organización del trofeo. Que el ganador del Balón de Oro sea el mejor jugador del mundo -que lo es- es otra cosa.

viernes, 4 de enero de 2013


Lo cierto es que no suelo -ni soleré- escribir más de una entrada en un mismo día, pero hoy lo hago por una exigencia de las circunstancias. Acabo de enterarme, diario El País mediante, de la muerte de Ladislao Mazurkiewicz, portero de aquel Peñarol que reinó en el mundo durante los años sesenta. Y me molesta. Me molesta que, en lugar de hablar de sus paradas prodigiosas, de su mérito por haberse convertido en el mejor guardameta de su tiempo y uno de los mejores de la historia sin llegar siquiera al metro ochenta de estatura y de aquella vez en que Lev Yashin, el mejor de cuantos han existido, le entregó los guantes el día de su retirada y le dijo: "Tu serás mi sucesor", lo que se resalte en el periódico sean estas imágenes:


Y dejadme que os diga una cosa: estamos en el año 1970, y no existe la regla de la cesión. Que sí, que habrá sido una cantada, pero hay que tener valentía para correr a sacarle la pelota a Pelé con los pies. Además, como él mismo dijo después: 
-Yo salí y Pelé hizo una jugada excepcional, pero no fue gol. Y eso es lo que yo siempre quise en mi vida, que no me hicieran gol.

Y yo creo que si la pelota no acabó en el fondo de las mallas no fue por casualidad. Observad cómo Mazurkiewicz corre desesperado hacia la portería, y, de repente, se para en seco, como si supiera que la jugada no va a acabar en gol. Está claro: fue el uruguayo quien, con algún tipo de poder sobrenatural, desvió la pelota. Increíble, sí, pero fue Mazurkiewicz, el responsable de las paradas más increíbles que se han visto. Increíble pero cierto. Descanse en paz.
De izquierda a derecha: Mazurkiewicz, Roberto
Porta y Fernando Morena /  Foto: Nationaal Archief Fotocollectie Anefo

La mejor parada de Mazurkiewicz


Lo cierto es que no suelo -ni soleré- escribir más de una entrada en un mismo día, pero hoy lo hago por una exigencia de las circunstancias. Acabo de enterarme, diario El País mediante, de la muerte de Ladislao Mazurkiewicz, portero de aquel Peñarol que reinó en el mundo durante los años sesenta. Y me molesta. Me molesta que, en lugar de hablar de sus paradas prodigiosas, de su mérito por haberse convertido en el mejor guardameta de su tiempo y uno de los mejores de la historia sin llegar siquiera al metro ochenta de estatura y de aquella vez en que Lev Yashin, el mejor de cuantos han existido, le entregó los guantes el día de su retirada y le dijo: "Tu serás mi sucesor", lo que se resalte en el periódico sean estas imágenes:


Y dejadme que os diga una cosa: estamos en el año 1970, y no existe la regla de la cesión. Que sí, que habrá sido una cantada, pero hay que tener valentía para correr a sacarle la pelota a Pelé con los pies. Además, como él mismo dijo después: 
-Yo salí y Pelé hizo una jugada excepcional, pero no fue gol. Y eso es lo que yo siempre quise en mi vida, que no me hicieran gol.

Y yo creo que si la pelota no acabó en el fondo de las mallas no fue por casualidad. Observad cómo Mazurkiewicz corre desesperado hacia la portería, y, de repente, se para en seco, como si supiera que la jugada no va a acabar en gol. Está claro: fue el uruguayo quien, con algún tipo de poder sobrenatural, desvió la pelota. Increíble, sí, pero fue Mazurkiewicz, el responsable de las paradas más increíbles que se han visto. Increíble pero cierto. Descanse en paz.
De izquierda a derecha: Mazurkiewicz, Roberto
Porta y Fernando Morena /  Foto: Nationaal Archief Fotocollectie Anefo

A la una de la tarde del 25 de abril de 1947, un niño nació en las afueras de Ámsterdam. Era el primer hijo de una familia humilde, y le pusieron Johannes. Más tarde, sería conocido en el campo como Johan Cruyff.

El destino ya había previsto esta aparición. El barrio de Linnaeusstraat, donde vio la luz por primera vez, se situaba a medio kilómetro del campo del Ajax. Así, muy pronto comenzó a dar las primeras patadas al balón. A los diez años fue seleccionado para entrar en este equipo. Su madre, que trabajaba en el servicio de limpieza del club, convenció al entrenador para que le escogiera. Dos años más tarde, su padre falleció de un ataque al corazón, y Johan se vio obligado a encargarse de su frutería. Trabajo, deporte y estudios no eran una buena combinación, por lo que al poco tiempo se vio obligado a dejar estos últimos a pesar de la insistencia de su madre. Para él sólo había un objetivo: convertirse en futbolista profesional. Y lo consiguió. El 15 de noviembre de 1964, el equipo perdió y Cruyff ganó. Marcó su primer gol y se presentó en casa con el contrato bajo el brazo.

-Eh, señora. ¡Deje de lavar esa ropa! Ahora tendrá que atender a Johan Cruyff, el más grande jugador de fútbol del mundo.


Un ascenso milagroso

Hasta ese momento, la selección holandesa llevaba veintisiete años sin disputar un Mundial, y su equipo estaba luchando por evitar el descenso. Pero un hombre, una futura leyenda llamada Rinus Michels, se hizo cargo del equipo, y comprendió que el futuro de los Ajacieden dependía de ese joven flaco, débil y genial. Un entrenamiento diseñado específicamente para él le ayudó a triunfar.

Así eclosionó el jugador de los regates y los cambios de ritmo, la inteligencia de un equipo campeón. Ya en 1966, el Ajax volvió al primer puesto como de costumbre. Michels había conseguido implantar en su conjunto un nuevo concepto de fútbol total que no tardó en conceder éxitos aún mayores. En 1971, en la final de Wembley, los holandeses aplastaron al Panathinaikos y consiguieron su primera Copa de Europa en el último partido de su técnico. Johan conquistó el Balón de Oro. Llegaba al banquillo Stefan Kovacs, que se dedicó a prefeccionar el sistema. Con él, llegarían dos orejonas más y, en 1973, la estrella del equipo consiguió su segundo galardón, provocando que toda Europa comenzara a rifárselo. Ese mismo año, su arrogancia le hizo perder la capitanía en una votación realizada por sus compañeros. La relación con el equipo de Ámsterdam se evaporó rápidamente y, un año después, una negociación de éstos por su ficha con el Real Madrid incitó su rebeldía. No sólo evitó su fichaje por los blancos sino que acabó en el máximo rival, el FC Barcelona, a cambio de 60 millones de pesetas; Michels, llegado en 1971, le esperaba en el banquillo. Nuestro protagonista conseguiría otro Balón de Oro y se convertiría en el metrónomo de la mejor selección de la historia de los Mundiales. Pero eso, amigos, es otra historia.

Foto: Nationaal Archief Fotocollectie Anefo-

El "flaco" holandés


A la una de la tarde del 25 de abril de 1947, un niño nació en las afueras de Ámsterdam. Era el primer hijo de una familia humilde, y le pusieron Johannes. Más tarde, sería conocido en el campo como Johan Cruyff.

El destino ya había previsto esta aparición. El barrio de Linnaeusstraat, donde vio la luz por primera vez, se situaba a medio kilómetro del campo del Ajax. Así, muy pronto comenzó a dar las primeras patadas al balón. A los diez años fue seleccionado para entrar en este equipo. Su madre, que trabajaba en el servicio de limpieza del club, convenció al entrenador para que le escogiera. Dos años más tarde, su padre falleció de un ataque al corazón, y Johan se vio obligado a encargarse de su frutería. Trabajo, deporte y estudios no eran una buena combinación, por lo que al poco tiempo se vio obligado a dejar estos últimos a pesar de la insistencia de su madre. Para él sólo había un objetivo: convertirse en futbolista profesional. Y lo consiguió. El 15 de noviembre de 1964, el equipo perdió y Cruyff ganó. Marcó su primer gol y se presentó en casa con el contrato bajo el brazo.

-Eh, señora. ¡Deje de lavar esa ropa! Ahora tendrá que atender a Johan Cruyff, el más grande jugador de fútbol del mundo.


Un ascenso milagroso

Hasta ese momento, la selección holandesa llevaba veintisiete años sin disputar un Mundial, y su equipo estaba luchando por evitar el descenso. Pero un hombre, una futura leyenda llamada Rinus Michels, se hizo cargo del equipo, y comprendió que el futuro de los Ajacieden dependía de ese joven flaco, débil y genial. Un entrenamiento diseñado específicamente para él le ayudó a triunfar.

Así eclosionó el jugador de los regates y los cambios de ritmo, la inteligencia de un equipo campeón. Ya en 1966, el Ajax volvió al primer puesto como de costumbre. Michels había conseguido implantar en su conjunto un nuevo concepto de fútbol total que no tardó en conceder éxitos aún mayores. En 1971, en la final de Wembley, los holandeses aplastaron al Panathinaikos y consiguieron su primera Copa de Europa en el último partido de su técnico. Johan conquistó el Balón de Oro. Llegaba al banquillo Stefan Kovacs, que se dedicó a prefeccionar el sistema. Con él, llegarían dos orejonas más y, en 1973, la estrella del equipo consiguió su segundo galardón, provocando que toda Europa comenzara a rifárselo. Ese mismo año, su arrogancia le hizo perder la capitanía en una votación realizada por sus compañeros. La relación con el equipo de Ámsterdam se evaporó rápidamente y, un año después, una negociación de éstos por su ficha con el Real Madrid incitó su rebeldía. No sólo evitó su fichaje por los blancos sino que acabó en el máximo rival, el FC Barcelona, a cambio de 60 millones de pesetas; Michels, llegado en 1971, le esperaba en el banquillo. Nuestro protagonista conseguiría otro Balón de Oro y se convertiría en el metrónomo de la mejor selección de la historia de los Mundiales. Pero eso, amigos, es otra historia.

Foto: Nationaal Archief Fotocollectie Anefo-

jueves, 3 de enero de 2013



Existen dos clases de equipos: los puramente ganadores y los que, con cientos de fracasos en su historial, no se conforman con sus resultados; San Marino es otra cosa.

Como nación, San Marino es un microestado de 61 km2 de superficie y menos de 30.000 habitantes; un diminuto país con sólo 1000 futbolistas y una liga complicada y mediocre.

Aunque la Federación Sanmarinense de Fútbol se fundó en 1931, su selección, apodada la Serenissima, no fue reconocida por la FIFA hasta el año 1988. Antes, todos los sanmarinenses constaban como italianos en el registro por su proximidad territorial. Su primer partido internacional, el 14 de noviembre de 1990, se disputó contra Suiza y acabó con una derrota por 0-4. Así comenzó una trayectoria no demasiado exitosa por los terrenos de juego: desde entonces sólo han conseguido una victoria por 0-1 en un amistoso contra Liechtenstein y unos pocos empates contra selecciones como Letonia o el Líbano.

Andy Selva, autor del gol más importante de su selección, es también su figura, su capitán y su máximo goleador histórico, con ocho goles en su cuenta particular. Es un italiano nacionalizado y juega en el Fidene de la Serie D, siendo el único profesional de un equipo que no ha sido todavía pervertido por el dinero y que cuenta en sus filas con informáticos y madereros. Para hacerse una idea de la magnitud de esta selección, basta con decir que la suma del salario de todos sus integrantes no bastaría para cubrir la ficha de ningún jugador de la liga española. El ingeniero de este conjunto es Giampaolo Mazza, un profesor de educación física que no cobra ni un céntimo por sus servicios. El jefe de un equipo que juega por diversión y no por fama ni materialismo, y, por lo tanto, no se amarga en la derrota.

La Serenissima



Existen dos clases de equipos: los puramente ganadores y los que, con cientos de fracasos en su historial, no se conforman con sus resultados; San Marino es otra cosa.

Como nación, San Marino es un microestado de 61 km2 de superficie y menos de 30.000 habitantes; un diminuto país con sólo 1000 futbolistas y una liga complicada y mediocre.

Aunque la Federación Sanmarinense de Fútbol se fundó en 1931, su selección, apodada la Serenissima, no fue reconocida por la FIFA hasta el año 1988. Antes, todos los sanmarinenses constaban como italianos en el registro por su proximidad territorial. Su primer partido internacional, el 14 de noviembre de 1990, se disputó contra Suiza y acabó con una derrota por 0-4. Así comenzó una trayectoria no demasiado exitosa por los terrenos de juego: desde entonces sólo han conseguido una victoria por 0-1 en un amistoso contra Liechtenstein y unos pocos empates contra selecciones como Letonia o el Líbano.

Andy Selva, autor del gol más importante de su selección, es también su figura, su capitán y su máximo goleador histórico, con ocho goles en su cuenta particular. Es un italiano nacionalizado y juega en el Fidene de la Serie D, siendo el único profesional de un equipo que no ha sido todavía pervertido por el dinero y que cuenta en sus filas con informáticos y madereros. Para hacerse una idea de la magnitud de esta selección, basta con decir que la suma del salario de todos sus integrantes no bastaría para cubrir la ficha de ningún jugador de la liga española. El ingeniero de este conjunto es Giampaolo Mazza, un profesor de educación física que no cobra ni un céntimo por sus servicios. El jefe de un equipo que juega por diversión y no por fama ni materialismo, y, por lo tanto, no se amarga en la derrota.

miércoles, 2 de enero de 2013



Graham Williams, histórico defensor del West Bromwich Albion, le dijo a George Best durante una reunión tras su retirada del fútbol:

-¿Podrías quedarte quieto un momento para que pueda verte la cara?

Best reflexionó durante unos segundos.

-Sí, por supuesto pero... ¿por qué?

-Porque hasta ahora lo único que te había visto era el culo desaparecer pegado a la banda.

No le veía la cara



Graham Williams, histórico defensor del West Bromwich Albion, le dijo a George Best durante una reunión tras su retirada del fútbol:

-¿Podrías quedarte quieto un momento para que pueda verte la cara?

Best reflexionó durante unos segundos.

-Sí, por supuesto pero... ¿por qué?

-Porque hasta ahora lo único que te había visto era el culo desaparecer pegado a la banda.